El símbolo de Asakusa y su a vez el templo más antiguo de Tokio es el Templo Senjo-Ji, fue fundado en año 628 después de que dos pescadores sacaran una pequeña estatua dorada del Bodhisattva Kannon del río Sumida. A pesar de intentar deshacerse de ella, seguía apareciendo en sus redes, así que decidieron conservarla. El jefe de la aldea, Hajino Nakamoto, siendo un devoto budista, reconoció la estatua como sagrada y la consagró remodelando su casa en un pequeño templo para que todos en la aldea pudieran adorar a Kannon.
Hoy en día, alrededor de 30 millones de visitantes de todo el mundo visitan el templo cada año. Las enormes linternas colgadas en la Puerta Kaminari (Trueno) son un punto de referencia de la zona, y es una imprescindible visita si estas en la ciudad de Tokyo.
El templo es un lugar popular para los japoneses una vez llega el famoso hatsumode, o la primera oración del año. Los tres primeros días del año más de tres millones de visitantes vienen solo con la intención de realizar dicha oración y pedir buenaventura para el año nuevo.
El camino de Nakamisedori que conduce al templo está lleno de tiendas que venden aperitivos y recuerdos tradicionales, y es los paseos más entretenidos de la ciudad de Tokyo.
El templo está situado en el centro de la antigua ciudad de Edo. En la antigüedad era el lugar elegido por los Shogun para adorar a las deidades y ofrecer sus oraciones. El patrocinio del clan Tokugawa hizo del área del Templo Asakusa el corazón de la cultura Edo.