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Desde Santuario de Kurama Hasta el Santuario de Kifune

A tan solo 30 minutos desde la ciudad de Kyoto podemos encontrar las localidades de Kurama y Kibune, dos pueblecitos muy pintorescos en la cordillera de Kitayama. Entre estas dos localidades existe una famosa ruta de senderismo que nos llevará desde un templo budista llamado Kuruma-dera hasta el santuario sintoísta de Kifune. Este viaje es ideal para aquellas personas que desean alejarse del ajetreo contante de una gran ciudad y disfrutar de la naturaleza.

El Templo Kurama-dera en el monte Kurama se remonta al año 770, por parte de un monje llamado Gantei, y desde el periodo Heian (794-1185) se le rinde culto por ser un gran templo protector del norte de Kioto. En el interior está consagrado el Sonten, una trinidad compuesta por Senju Kannon, Bishamonten y Goho Maoson. Todo el monte Kurama se considera objeto de culto y las edificaciones del templo están situadas en torno a la mitad de la montaña, en la parte sur. Después de atravesar la puerta Nio-mon y entrar en la montaña, sus visitantes ascienden por un camino con muchas curvas hasta alcanzar la Sala Principal de Kon-do. También existe un teleférico para los visitantes que no puedan hacer la caminata.

Generalmente, las imágenes principales de Senju Kannon, Bishamonten y Goho Maoson, consagradas en la sala principal del templo, están ocultas y sólo se hacen públicas una vez cada 60 años, en un año especial llamado «hinotora» o «heiin» (basado en el ciclo sexagenario). Las imágenes volverán a mostrarse en 2046. El Kongosho (suelo dorado) de seis puntas, que se encuentra a las afueras de la Sala Principal de Kon-do, es también un lugar espiritual muy popular y los visitantes hacen cola para subirse a él. Se ha diseñado en forma de mandala estelar, que se dice que difunde la energía de Sonten y del universo, y es un lugar de adiestramiento para que los mortales se conviertan en uno con Sonten.

Según la creencia popular el santuario Kifune-jinja constituye un lugar de culto desde la antigüedad. Sin embargo, se desconoce la fecha exacta de su fundación. Según la leyenda, en la época del XVIII emperador Hanzei, hace unos 1.600 años, se veneraba el curso superior del río Kibune como santuario del kifune (barco amarillo). 

Está catalogado como un Myojin Taisha, o santuario que alberga a una deidad conocida como Myojin, que según algunos ha realizado notables milagros desde la antigüedad. La parte principal del santuario está dividida en Motomiya (santuario principal), Yui no yashiro o Nakamiya (santuario del medio) y Okumiya (santuario posterior); el Motomiya y el Okumiya están separados por 700 metros. La tradición dice que si uno visita el Motomiya, el Nakamiya y el Okumiya en ese orden, se cumplirán todos sus deseos. Aquí también está consagrado el espíritu del agua, Takaokami no kami, al que desde la antigüedad veneran las personas con trabajos relacionados con el agua que ruegan por la lluvia. Mucha gente también rinde culto al dios del matrimonio en el santuario Kifune-jinja.

En el emplazamiento del actual Okumiya nació el Santuario Kifune-jinja, previamente conocido como Motomiya. Cuenta la leyenda del Santuario Kifune-jinja que cuando Tamayorihime-no-Mikoto viajó en un kifune (barco amarillo) remontando los ríos, halló un manantial sagrado (fukii) donde se encuentra el actual Okumiya. Entonces consagró a la deidad del agua en el lugar y lo llamó «Kifune no Miya (el santuario de Kifune)». En el manantial sagrado es donde se cree que está el actual Ryuketsu (cueva del dragón), ubicado debajo del edificio principal del Okumiya. Junto al edificio principal se encuentra el Funagata-ishi (una piedra con forma de barco) que se cree que cubría a Kifune para mantenerlo oculto a la vista. Un ambiente divino rodea a esta piedra. Nakamiya (Yui no yashiro) es el lugar donde se reza para casarse.Ubicada entre Motomiya y Okumiya, Yui no yashiro es conocida como una deidad del matrimonio.