Dedicado al emperador meiji de finales del siglo XIX que abrió Japón a Occidente y a su mujer, es el santuario sintoísta más famoso de Tokio. Aún sin ser un santuario colorido ni llamativo como otros lugares de culto en la capital recibe millones de visitas durante el año. A la entrada del parque con más de 200 acres se encuentra el Torii sagrado que nos da la bienvenida al mundo paralelo entre la vida y la muerte. Este Hermoso Torii de 12 metros fue construido con un ciprés de más de 1.500 años de antigüedad. Al acercarnos a las inmediaciones del gran Santuario Meiji-Jingu nos encontraremos con otro Torii con las mismas características.
Siguiendo con la tradición que marca la religión original de Japón nos podremos lavar las manos y boca antes de ofrecer nuestra oración y deseos a las deidades protectoras. Cerca del enorme tambor Taiko arroja algunos yenes en la caja de ofrendas , inclina la cabeza dos veces, aplaude dos veces e inclínate una vez más.
Los domingos en la mañana es muy probable que al visitar el Santuario Meiji-Jingu te encuentres con una procesión matrimonial tradicional japonesa. Podrás ver a la novia con un kimono y una capucha blancos y el novio con su formal túnica negra, caminando juntos bajo una gran sombrilla roja, con los sacerdotes sintoístas liderando el camino y el resto de la fiesta de la boda detrás.