En las siguientes lineas vamos a explicarte todos los motivos del pasado y del presente para que puedas entender porque la comida japonesa esta entre las más sanas del planeta.
Para entender bien cada uno de estos conceptos tenemos que explicarte primero el origen del problema y como lo soluciona la sociedad japonesa desde hace siglos.
La relación especial entre los japoneses y las fibras dietéticas
Es muy conocido que las fibras dietéticas ayudan a tratar el estreñimiento, en realidad, se dice que desde los tiempos antiguos los japoneses han tenido una relación muy estrecha con ellas. Desde el Período Jomon (14000 a.C – 1000 a.C) en el que la gente vivía de caza y recolección, los japoneses ingerían muchas fibras dietéticas de los frutos con cáscara y las abundantes setas que recolectaban. Posteriormente empezaron incluir en su alimentación algas marinas, raíces, tubérculos o bulbos. Estos alimentos son ricos en fibras dietéticas por lo que se piensa que en el transcurso de los años muchas microbiotas intestinales como las bacterias del género Clostridium que se nutren preferentemente de las fibras dietéticas empezaron a habitar el intestino de los japoneses.
En un estudio reciente llevado a cabo por Hattori Masahiro, una eminencia a nivel mundial en bacteriología intestinal, que comparó la flora intestinal de personas sanas de 12 países incluidos países occidentales y Japón, tuvo un resultado sorprendente. La flora intestinal de los japoneses, que se nutre de las fibras dietéticas, tiene una capacidad excepcionalmente alta de producir sustancias que controlan el sistema inmunitario como el ácido butírico comparada con las microbiotas del resto de participantes de otros países. En conclusión, se puede entender que el intestino de los japoneses ha heredado la capacidad potencial que mejora incontrastablemente el sistema inmunitario.
Comida casera de los japoneses
Gohan (arroz blanco) & Ichijusansai (sopa y tres platillos)
La comida diaria en Japón generalmente se basa en un tazón de arroz, una sopa, un plato principal de proteína animal como carne o pescado, y dos platillos de guarnición vegetal como verduras, algas marinas o tofu. Por ejemplo, un desayuno consiste en arroz, sopa miso, pescado asado, tsukemono y natto. Este tipo de desayuno, puedes probarlo si elijes comida japonesa ya sea en hoteles o en ryokans (alojamiento tradicional japonés) durante tu estancia en Japón.
*Gohan es el arroz blanco cocido.
*Sopa miso es una sopa a base de miso que es un condimento hecho de soya o trigo fermentado, y va acompañada de tofu, algas marinas, etc. A la sopa se le aliña con mirin (sake dulce usado como condimento en Japón) a base de mochigome (arroz gelatinoso) fermentado con koji (un tipo de microorganismo).
*El pescado, condimentado con sal luego secado al sol, se sirve como asado.
*Tsukemono que es verdura fermentada en nuka (salvado de arroz) y sal, o sólo en sal.
*Natto es soyas fermentadas por natto-kin (bacteria Bacillus subtiliss).
*Tofu se sirve con virutas de katsuobushi (atún listado seco, fermentado y ahumado) en la parte superior. A estos alimentos se les pone a veces unas gotas de salsa de soya, que es también un condimento de fermentación. La comida diaria en Japón (cocina cacera) consiste básicamente en alimentos fermentados por microorganismos y fibras dietéticas.
¿Qué es y cuál es la función del sistema inmunitario?
El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo contra las infecciones, o sea nos protege de los microbios y virus. La inmunidad es la resistencia natural o adquirida que poseen algunos organismos frente a una determinada enfermedad o al ataque de un agente infeccioso o tóxico. Cuando los microbios patógenos como los virus de la gripe invaden al interior del cuerpo humano el sistema inmunitario es el encargado de protegernos de ellos. Este sistema nos defiende también del crecimiento descontrolado de las células cancerosas generadas dentro del cuerpo.
Si el sistema inmunitario está debilitado, la persona puede enfermarse fácilmente con los varios microbios y virus que nos rodean. Entonces es crucial mantener nuestro sistema inmunitario en perfectas condiciones.
Tu propio organismo te dice como esta tu sistema inmunitario.
La manera más simple de saber si mantienes una flora intestinal sana es observando tus heces. Cuando las bacterias benignas funcionan bien dentro de nuestro intestino, las heces tienen un color entre amarillo y marrón amarillento y no es maloliente. Además de eso si tienen una forma como un plátano blando, es ideal. En cambio, si las heces son de color oscuro con un hedor señalan que la flora intestinal no está en equilibrio. Para estar bien de salud, es importante saber el estado de las bacterias intestinales que habitan nuestro intestino y llevarnos bien con ellas.
El intestino es el hogar del sistema inmunitario de todo el cuerpo
En los últimos años se ha descubierto que el intestino cumple una función clave para fortalecer el sistema inmunitario, lo cual acapara un interés por parte de los investigadores a nivel mundial. Se sabe que en el intestino viven unos 100.000 millones de bacterias de unas 1.000 especies distintas, lo cual es unas 10 veces más del total de células en nuestro organismo. Estas bacterias ayudan a digerir alimentos, a descomponer toxinas, producir ciertas vitaminas y aminoácidos y a formar una barrera contra los agentes invasores.
Al conjunto de microorganismos o bacterias que viven en nuestro intestino se le denomina Flora Intestinal.
En las paredes interiores del intestino se encuentran concentradas células inmunocompetentes que desempeñan la inmunidad, las cuales ocupan alrededor de un 70% de todas las células inmunocompetentes del cuerpo. Además, está comprobado que las placas de Peyer, que recubren interiormente en las paredes del intestino delgado, entrenan las células inmunocompetentes para que aprendan a identificar cuáles son los cuerpos extraños dañinos para el organismo. Las células inmunocompetentes entrenadas no solo desempeñan la inmunidad en el intestino, sino que circulan por todo el cuerpo a través del flujo sanguíneo y atacan microorganismos patógenos. El intestino es precisamente “el hogar del sistema inmunitario de todo el cuerpo”. Con lo cual, es primordial que mantengamos en buen estado nuestro intestino para así garantizar un sistema inmunitario fuerte.
Tres tipos de flora intestinal.
La flora intestinal de los humanos se clasifica en tres grandes grupos o ecosistemas que son las bacterias beneficiosas, las bacterias dañinas y las bacterias neutras que no se consideran en ninguno de los grupos anteriores. Todas estas bacterias tienen una estrecha relación y mantienen un equilibrio complejo. Las bacterias que más predominan en el intestino son las neutras, les siguen las beneficiosas y una minoría de bacterias dañinas. Las bacterias dañinas aumentan a causa de la ingesta de alimentos con alto contenido de proteínas y lípidos, llevar una vida desordenada, sufrir de estrés, estreñimiento y otras circunstancias. Enfermedades como la obesidad, la diabetes, el cáncer de colon, la arteriosclerosis y la enfermedad inflamatoria intestinal se deben en su gran mayoría a la flora intestinal. Se ha sabido que la flora intestinal de los pacientes de dichas enfermedades está considerablemente alterada en comparación con la de personas que gozan de buena salud.
Una flora intestinal sana está compuesta de bacterias beneficiosas como bifidobacterias, cultivos lácticos, que predominan sobre los otros grupos de bacterias. Las bacterias beneficiosas acidifican el intestino produciendo ácido láctico y ácido acético, con lo cual se evita la proliferación de bacterias dañinas, se activa el movimiento intestinal, se previenen las infecciones de los microbios patógenos o de los microbios que causan intoxicación alimenticia y crea un entorno intestinal que disminuye la producción de productos putrefactos que son cancerígenos. Las bacterias beneficiosas producen también vitaminas (B1, B2, B6, B12, K, ácido nicotínico, ácido fólico) en el intestino. Hay informes que dicen que los componentes de bacterias beneficiosas tienen efectos de fortalecer el sistema inmunitario y de bajar el nivel de colesterol sérico.
Fortalece tu sistema inmunitario
Probióticos x Prebióticos
Por el bien de la salud es esencial aumentar la proporción de las bacterias beneficiosas en el intestino.
Hay dos maneras principales de aumentar la proporción de las bacterias beneficiosas en el intestino:
Uno, es tomar directamente probióticos que son organismos vivos o bacterias ‘buenas’ que están presentes en aquellos alimentos o suplementos que ayudan a mantener el buen estado de la flora intestinal. Obstaculizan el crecimiento de bacterias potencialmente patológicas y favorecen las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal. Los alimentos probióticos son los que contienen bifidobacterias o lactobacilos. Por ejemplo: yogur, bebidas lácteas fermentadas, natto (semilla de soja fermentada), tsukemono (encurtido japonés, generalmente en sal). Se dice que estas bacterias se quedan en el intestino por un cierto tiempo, pero no se asientan. Por lo tanto, se recomienda tomar este tipo de alimentos a diario para ir suplementando de probióticos en el intestino.
Aunque dicen que no hay beneficio si las bacterias buenas no llegan vivas al colon, entre los componentes de estas bacterias muertas existe una posibilidad de que tengan una función fisiológica efectiva. Aun así, se considera que los encurtidos japoneses como el nukaduke (encurtido en salvado de arroz) tienen una posibilidad mucho mayor de que las bacterias de dicha comida lleguen vivas al intestino puesto que estos alimentos se preparan bajo un ambiente severo con alta concentración de sal.
El otro es ingerir prebióticos que son fibras vegetales especializadas. Actúan como fertilizantes que estimulan el crecimiento de bacterias buenas en el intestino. Sus componentes son los oligosacáridos y las fibras dietéticas. Se encuentran en muchas frutas y verduras, especialmente en aquellas que contienen carbohidratos complejos, como la fibra y el almidón resistente y en alto nivel en las legumbres. Los prebióticos no son digeribles por el cuerpo, por lo que pasan a través del sistema digestivo para convertirse en alimento para las bacterias y otros microbios. La idea es aumentar las bacterias beneficiosas residentes en el intestino alimentándolas con los prebióticos que son carbohidratos, su comida favorita. La soya, la cebolla, la bardana, los cebollines, los espárragos, los plátanos son ricos en oligosacáridos, por lo que es recomendable su uso frecuente en las comidas.
¿Cuáles de estos platos quieres probar en tu viaje a Japón?
Sushi, Tempura, Teppan-yaki, Shabushabu, Ramen, Yakitori, hay muchas opciones, pero para el desayuno ¡prueba el desayuno japonés y fortalece tu sistema inmunitario!
En Earth Design Japan elegimos los platillos considerando el estilo de vida y el régimen alimenticio de cada persona. Así organizamos platillos de comida vegetariana o vegana, pescetariana, halal, kosher, comida libre de gluten e incluso comidas especial para diferentes tipos de alergias alimenticias. Por supuesto, también podemos organizar los platillos de acuerdo con la gastronomía local o destacando la gastronomía japonesa con alimentos fermentados y las fibras dietéticas que ayudan a fortalecer el sistema inmunitario. La comida es parte esencial de la experiencia de conocer una cultura diferente.